sábado, 14 de abril de 2012

Estetización de la vida cotidiana parte 1 (9/4/2012)

AVISO IMPORTANTE

ESTUDIANTES
PARA EL LUNES 16 DE ABRIL TRAER LA CARTOGRAFÍA CON LAS MARCAS VISUALES SIGNIFICATIVAS DEL ESPACIO PÚBLICO COMPRENDIDO EN EL BARRIO DE PERTENENCIA.

NO OLVIDAR

Introducción

En el comienzo de la clase se hizo un repaso –un mapa- de las coordenadas y nociones claves de nuestro curso: 1- lo estético como arreglo personal, relacionada a otras nociones como son “producción de subjetividad” (ese ovillo complejo donde se entrama nuestro ser como sujeto), “régimen escópico” (un régimen de la mirada, de lo que se puede ver) y “episteme” (el modo en que habitamos el mundo, una forma de sentir, actuar y pensar); 2- lo proyectual como dominio de conocimientos y saber -de extensa tradición- que se basa en una metodología, que tiene un objeto que es el proyecto y que parecería ser el fundamento epistémico que hace a la producción de diseño y 3- lo visual -un saber muy nuevo en pleno despliegue que comienza a ser un territorio nuevo de producción de conocimientos y saberes.

Estetización de la vida cotidiana (Primera Parte)

Hoy vamos a comenzar a trabajar dentro de nuestros contenidos programáticos con la primer temática: estetización de la vida cotidiana.

Para empezar nos interesa hacerlos participar de una noción –de Filisberto Menna- que va a estar presente en las hilaciones de la clase y que es la de estetización difusa. La misma tiene que ver con que lo estético empieza a salir de las barreras del arte, de la filosofía y de la metafísica para comenzar a tener otro cuerpo en lo cotidiano, dándonos la posibilidad de abordarlo como intérpretes.

A partir de algunas teorías del gusto, teorías de la filosofía la idea es poder llegar a identificar que lo estético no es un discurso cerrado sino que está impregnado por juicios morales, impregnado por toda una carga axiológica (de valores).

A partir de un esquema de epistemes –producido desde el planteo de M. Foucault- podemos ver que hay sistemas de valores que diagramaron el territorio del arte -lo que hoy llamamos prácticas artísticas- y que esta relacionado a ciertos momentos, a ciertos contextos de producción (con sus fundamentos de producción, con su tipo de artista, con su comitente, con su fin). Ese esquema nos posibilitó visualizar algunas características del quiebre del Renacimiento con la Edad Media y el de la Ilustración con el Renacimiento.

En esta oportunidad nos interesa hacer una cartografía de los valores que aparecen en el complejo campo del S. XVIII para poder ver que es lo estético en relación a la estetización difusa. Podríamos decir desde una primera aproximación que es en ese momento que sucede algo que produce otro mundo de valores y que se relaciona con lo que es el centro de la modernidad como discurso. La práctica artística aparece como diferente y con una función singular y específica en su campo de producción. Se desplaza de los campos de la religión –de la espiritualidad- y aparece como lugar propio. Un lugar propio donde se producen ciertas cosas que son un valor para la sociedad. Se hace un hueco en el sistema de conocimiento de la episteme moderna para alojar este ámbito. Se produce otro sistema paralelo al científico. Este sistema de las artes que integra la belleza de la cosas y razón de ser del arte, nos muestra como lo estético empieza a desprenderse de la metafísica -de ese preguntarse por el ser- para empezar a producir un territorio propio de especulación. Se toma entonces como coordenada la belleza -como eso que ordena el territorio nuevo- y la razón de ser del arte como justificación.

Marchan Fiz habla de que el planteo ilustrado conduce y finaliza con la estetización. Es ahí que la estética emerge como un nuevo ámbito de producción de saber. Para Fiz es en ese momento que aparece un posible origen de lo estético separado de la metafísica. En esta recorrida de todos estos grandes movimientos que se alojan en el siglo XVIII aparecen discursos interesantes para pensar el discurso del diseño.

Elena Oliveras plantea que en el siglo XVIII en Inglaterra se habla de un felix aestheticus, de una felicidad estética que tiene que ver con la posibilidad de que el hombre pueda ser feliz. Lo que está planteando de alguna manera Olivera es que lo estético es un pliegue de subjetividad -en el sentido de que produce un sujeto como individuo enmarcado en redes institucionales sociales, políticas, culturales, económicas- que puede producir la felicidad del sujeto, de ese sujeto que aparece definido como individuo.

A continuación se mostraron imágenes de algunas propuestas de algunos artistas que plantearon a través de su repertorio de producción un modo de enseñanza moral. A través de la imagen puedo decir que es lo que no tiene que hacerse para poder ser feliz. También puedo conmover para poder movilizar estructuras positivas en el sujeto, para que sea más humano.

El potencial de lo estético -en relación a la estética de la modernidad y su proyecto emancipador- es poder liberar al sujeto, liberarlo como individuo. Entonces aparece toda una variedad de estudios sobre el gusto -cultivando el gusto se podía tener un mejor mundo- y la posibilidad de promover la capacidad de la experiencia estética para el desarrollo de las facultades humanas. La imaginación como facultad humana es otro intermediario para promover lo mejor en el sujeto. Mostrar lo lindo era una forma de humanizar, reproducir lo mejor de cada uno en esos lugares que aparecen en las ciudades. Por eso los jardines parisinos y las plazas en Viena tenían el objetivo de promover un entorno mejor para los individuos. Todo un discurso sanitario que en sí promovía otra forma de relacionamiento entre ciudadanos.

El que estamos recorriendo es el momento de los orígenes de la autonomía del arte, de los salones, del público, de la historia del arte, de la critica de arte como disciplina. El arte que estaba ligado a un régimen espiritual- religioso se desliga y produce otro sistema con nuevos componentes. Aparecen varios discursos en ese siglo XVIII, donde se puede ver como lo estético se embarca en lo moral con un discurso político, haciendo una gran ruptura con el discurso metafísico. Así la experiencia estética está referida a la contemplación de la obra de arte –en los salones- para que todos puedan ver lo bello y ser mejores individuos. Es interesante ver a través de algunas imágenes de pinturas producidas en ese momento como ciertas informaciones de lo compositivo producían en el que miraba ciertas sensaciones, que a su vez transmitían mensajes morales.

Ana Calvera plantea que en el siglo XVIII lo estético en esta trama compleja discursiva está relacionado con las sensaciones pero también con lo bello y con todos esos elementos que fuimos exponiendo.

Entrando en el siglo XIX lo estético ya no es solamente la sensación sino que aparece la emoción como algo primordial y la emoción relacionado con lo estético. El arte o las propuestas de diseño tenían que emocionar. La necesidad del diseño parece venir cargada con todos estos discursos (de la moral, de lo bello, del gusto). Tenía la obligación de producir cosas bellas para cultivar, para humanizar a los individuos.

En las artes aparece el binomio arte mayor/ arte menor. El arte mayor es algo que puede producir esta conmoción en lo espiritual y el arte menor es aquello que puede estar dado por los diseñadores que tienen que ornamentar para producir ese mejor entorno. Hacer esta cartografía nos ayuda a entender porque en el discurso del diseño aparece tan marcado el discurso de lo moral.

Así como hubieron rupturas en relación a lo artístico y al diseño también los hubo en el territorio de la arquitectura: ciudades como París fueron cambiadas drásticamente, no solo por fundamento político o militar sino también porque se denotaba algo diferente en los sujetos (los burgueses) que habitaban ese lugar. Y ahí jugando con los discursos y produciendo en torno a esos discursos replicaban recetas. Paris un lugar mejor, más limpio, más habitable.

Otros ejemplos de repertorios de imágenes rompieron con todo el repertorio cultural. La obra de Klimt fue censurada por pornográfica. Esa obra no podría ser puesta en juego con las demás. Fíjense el sentido de lo moral en relación con la imagen.

Para cerrar la clase se dispararon algunas preguntas para pensar junto a los estudiantes en torno a como se van entendiendo las hipótesis que se plantearon en la clase, en relación a lo estético y a lo moral: Que de lo moral (en el sentido de arreglos sociales culturales que hacen que produzcamos de cierta manera y no de otra) aparece en las prácticas del diseño en general? En que cosas puede estar apareciendo lo moral? Que es lo moral en nuestra episteme actual?

Por otro lado nos interesa saber cómo se está entendiendo el diseño y qué de todo esto a uno lo va movilizando, pues la implicación en las temáticas es lo que posibilita disparar investigaciones en el contexto del curso.

Bibliografía

Bozal, V. “Historia de las ideas estéticas y de las teorías artísticas contemporáneas”, (V. I/II). Madrid: Visor, 1996

Calvera, A. “Introducción: materiales para una estética del diseño” en: De lo bello de las cosas. Materiales para una estética del diseño, Barcelon, GG, 2007.

Menna, F. “El proyecto moderno del arte”, Bs. As., Fund. F. J. Klemm, 2006

Harvey, D. París, capital de la modernidad, , Madrid, Ed . Akal, 2008.

Schorske, C. “La Viena de fin de siglo- política y cultura”, Buenos Aires, SXXI Editores, 2011.








PPT numero 1:





Ppt numero 2:

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